Isco se llevó una gran decepción con Rafa Benítez por su suplencia en el Clásico que enfrentó al Real Madrid con el FC Barcelona el pasado sábado en el Santiago Bernabéu. No sólo porque a ningún jugador le gusta perderse un partido como éste, sino porque no se lo esperaba ya que el viernes creía que jugaría y que el sacrificado sería James Rodríguez. Pero 24 horas después todo cambió y el colombiano le quitó el sitio.
Isco empieza a cansarse de su papel de actor secundario en el Real Madrid y no se descarta que se plantee salir a final de temporada en busca de un destino donde se le valore más, deportivamente y, también, económicamente. La afición blanca lo adora, pero se le resisten los galones de ser titularísimo.
Un artículo extraído de: Fichajes