Cuando llegamos a casa después de un día difícil en el trabajo o un día en el que la rutina de la calle te mantiene exhausto lo primero que quieres es darte un baño para relajarte y que todas esas energías negativas, los olores y además el cansancio se te esfumen un poco, para entonces, empezar las labores del hogar.
El día va a depender que tipo de ducha quieres darte, si una con agua caliente, o con agua fría, por supuesto, si hace mucho calor tú cuerpo va a pedir que te bañes con agua fría, pero si es invierno tendrás que buscar el agua más caliente que pueda salir de ese grifo.
Estos son algunos de los aspectos positivos de bañarse con agua caliente:
- Disminuye la tensión corporal
- Relaja los músculos
- Duermes más relajado
- Abre los poros
- Calma el resfriado
- Previene la celulitis
Estos son algunos beneficios de bañarse con agua fría:
- Despejas la mente
- Reduces la fatiga
- Favorece a la fertilidad en las chicas
- Quita el estrés
- Puede prevenir la caída del cabello y el fortalecimiento del mismo
- También ayuda con las enfermedades cerebrales
- Ayuda a las personas que sufren de depresión
- Es un buen componente para mejorar tu brillo corporal
- Vuelve tu sistema inmune más fuerte
Ahora que sabes los beneficios de las ambas aguas, ¿Qué prefieres? ¿Con cuál te bañarías? Por supuesto el clima va a influir bastante, pero si vives en un país esencialmente tropical o caluroso, puedes elegir la mejor opción o la que mejor te favorezca, a veces no es tanto por los aspectos positivos o negativos, si no que tu cuerpo no asimila muy bien el agua fría o en otros casos, el agua caliente. Depende de ti.
Un artículo extraído de: V2Like